Texts
Le
malade imaginaire
La consolidación definitiva de las profesiones
liberales y burguesas durante el siglo XVII fue un constante objeto de burla
para Moliere. Su humor corrosivo atacó a la profesión medica en particular,
convirtiéndola en protagonista de sus comedias sociales en por lo menos cinco
ocasiones, en las que la arbitrariedad de diagnósticos, la charlatanería, la
especulación, o la lisa y llana crueldad para con el paciente son protagonistas
centrales de la trama.
Desde la desconfianza en la razón medica, Moliere pone en tela de
juicio el pensamiento cartesiano mismo: la ética medica fracasa cuando pierde
de vista al paciente en el absurdo de la disociación.
La dramaturgia de Gonzalo Demaria opera (valga el termino) precisamente sobre
esa constante, extendiendo la crueldad de Moliere a la perversidad del sistema
de salud actual, uniendo los distintos fragmentos sobre el tópico medico en un
gran divertissement hipocondriaco.